martes, 3 de marzo de 2009

LA VIRGINIDAD DE LA DIOSA

Cuando cada Ser en si mismo descubra la inmensidad del Todo.

Cuando en el sentir de su propio cuerpo vibra el latir de todo corazón viviente y por vivir.

Cuando se permita a si misma, en cada célula, en cada órgano, en cada poro de la piel, conocer las galaxias, las estrellas, los planetas.

Cuando vibre en la mirada, todas las miradas.

Cuando su rostro expresa la verdad del alma unida a su Esencia.

Cuando cada gesto, cada sentimiento y pensamiento: Es un pensar y sentir de la unidad de tooodo y todos.

Cuando al bendecir al sol, la luna, la terra, el mar, el fuego, el aire, la Esencia: Se bendiga a si misma.

Cuando acepta el poder creador del propio Espíritu que es ella misma: Energía femenina en toda existencia.

Cuando el AMAR es compartir, entregar, Presencia Viva, abrazar en cada aliento la creación y al creador, expresar Consciencia Cristica-Cristal-Estelar, Siendo Presencia absoluta del propio Espíritu de la Verdad.

Cuando el poder del Amar en Amor viva en la propia unidad del alma esencial y vibra el Espíritu de la Libertad.

Cuando en la impecabilidad de la expresión de si misma, brilla la felicidad del Espíritu…

Entonces, La Diosa Virgen puede Ser engendrada de nuevo en su propia entrega sin reservas. Porque habrá dejado de poseer y querer, para Vivir y SER cocreadora de nuevo, viviendo la total entrega en compartir la inmensidad de si misma:

Fuentes y fuentes de abundancia eterna, Esencia de la Luz y Vida que en si misma engendra.

Yo Soy la Diosa Virginal. Gracias.

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